Sobreviviendo al estrés

October 12, 2015 14:16 by Zona Empleo EDH

 

Contenido

 

1. Crear un listado de actividades

2. Generar prioridades

3. Buscar las herramientas necesarias

4. Registrar todas las actividades

5. Gestionar nuestro tiempo hacia la eficiencia



Zona Empleo-EDH

estres trabajoEl trabajo puede ser un arma de doble filo, aun cuando nos gusta lo que hacemos, cuando se nos pone excesiva carga laboral este puede ser mortal y afectar la salud de las personas. Es importante disminuir la carga laboral cuando esta empieza a generar fatiga mental y física en las personas.

Trabajar siempre es bueno pero a veces puede ser algo mortal cuando la carga laboral se vuelve excesiva. Esto sucede cuando las empresas pierden su objetivo y empiezan a descuidar a su más importante elemento: sus colaboradores.

Cuando empezamos a sentirnos fatigados o agobiados de lo que hacemos es una de las principales señales que algo anda mal. En algunos casos no nos damos cuenta que sufrimos de la excesiva carga laboral y tendemos a continuar nuestro trabajo hasta que ya no toleramos la presión.

El impacto de tener demasiada carga laboral no solo tiene repercusiones mentales sino también físicas, podemos llegar a sentir dolores musculares, cansancio mental y desmotivación, entre otros factores. El problema más grande es que la productividad de una persona baja.

Aún más preocupante es cuando las empresas notan la baja de productividad y simplemente castigan al colaborador por haber bajado la calidad de su trabajo. En este caso hay dos vías que se pueden tomar, una en manos del colaborador y otra en las de la compañía.

Los trabajadores con demasiado trabajo pueden buscar actividades que ayuden a disminuir el golpe de la carga, esto siempre es recomendado puesto a que ayuda a bajar los niveles de estrés. El mayor reto está en la empresa, ya que antes de empezar a aplicar acciones para mejorar esto, primero deben aceptar que han estado imponiendo mucho trabajo.

A veces son decisiones de mandos medios los que causan este tipo de problema; es decir que son estos jefes los que no se percatan de la cantidad de trabajo que llevan a cabo quienes están abajo de su cargo.

Es por esto que se debe tener en cuenta que las exigencias son físicas y mentales, aún cuando se tiene un trabajo de oficina. Es totalmente fundamental que las empresas conozcan cuáles son los problemas de sus colaboradores y sepan cómo disminuir la carga laboral.

En muchos casos esto sucede tras los recortes de personal, cuando la institución decide recortar gente y no contratar a más personas. Cuando esto sucede es que se empieza a delegar más trabajo al personal restante.

Uno de los primeros efectos experimentados por los colaboradores es la fatiga mental, esta se define como la disminución de la eficiencia funcional mental y física. Esta se manifiesta, específicamente, en una sensación de cansancio.

También se percibe un decaimiento en la relación esfuerzo- resultado; es decir, la productividad cae significativamente, se empiezan a ver mayor frecuencia de los errores en el trabajo y una caída en la calidad de las actividades.

El alcance del impacto y el tiempo en el que se manifiesta dependerá de las personas, no obstante, en algún momento la persona sentirá el agobio del constante trabajo. El peligro está en que podría llegar a afectar la salud de manera negativa.

Se convierte en un agravio pensar en ir al trabajo, puesto a que el subconsciente sabe el estrés que espera en la oficina. Por otra parte, una carga pesada de trabajo implica que el tiempo libre que tendremos estará limitado.

De repente vemos que ya no tenemos tiempo de hacer nada que nos gusta, nuestra vida social disminuye y nos encontramos trabajando todo el tiempo. La vida se vuelve una rutina y pasamos más tiempo en la oficina que en nuestra casa.

Es aquí en donde tenemos que dibujar la línea, todo tiene un límite y cuando los cruzamos es que surgen los problemas, especialmente porque vivir para trabajar deja tan poco tiempo para poder cubrir urgencias de las personas que aparecen en la cotidianidad.

Entre algunas de las cosas que se puede hacer para disminuir la presión del trabajo se encuentran:

1. Crear un listado de actividades



La mejor forma de trabajar es tener a mano todas las tareas que se llevarán a cabo durante el día o a lo largo de la semana. Aún más importante, hacer listados da a las personas una sensación de control. El control es uno de los principales factores que se pierden en medio del estrés.
br> Las listas logran reducir el estrés puesto a que evita que se olviden las actividades que puedan crear agobio. Es necesario para aquellas personas que deben ejecutar tareas de diferente naturaleza o que sienten que se pueden olvidar ciertas actividades debido a la presión.

2. Generar prioridades



Lo más urgente siempre es lo primero, pero antes de eso se debe destacar qué es lo más importante. El trabajo crea estrés cuando se acumula y para evitar esto es necesario crear prioridades: ¿Qué debo hacer primero? ¿Qué puede esperar? Estas son dos preguntas fundamentales para realizar tareas.

Esto hará que las personas se vuelvan más eficientes y sientan menos la carga laboral puesto a que su productividad incrementará. Aunque esto no evita el impacto del estrés, si logrará que se sienta menos.

3. Buscar las herramientas necesarias



Herramientas físicas e intelectuales que puedan facilitar el trabajo. Existen un sinfín de herramientas que pueden ayudar a la labor diaria, es bueno empezar a considerar cuáles son los materiales y conocimiento que tenemos a la mano para mejorar nuestras tareas.

No sólo esto, pero en un mundo tan digitalizado existen aplicaciones y programas que facilitan la labor cotidiana, organizando de mejor forma las actividades que llevamos a cabo y agilizando el proceso de trabajo.

4. Registrar todas las actividades



Para poder trabajar bien se debe entender cómo se utiliza el tiempo durante el día. A veces no nos percatamos que el verdadero problema no es la cantidad de trabajo, sino el manejo del tiempo para elaborar las tareas.

Lo mejor que se puede hacer para definir si existe un déficit en esta área es tratar de llevar constancia de todo lo que se hace en el día y ver el tiempo en que se llevó a cabo. Con esto sabremos si hay actividades innecesarias que podemos cambiar o dejar de hacer.

5. Gestionar nuestro tiempo hacia la eficiencia



La última recomendación de esta lista es probablemente la mejor: gestionar nuestro tiempo para optimizar nuestro trabajo.

Todos los demás pasos vienen a culminar en este específico y cuando logramos gestionar nuestro horario también incrementamos nuestra eficiencia.

Esto logra que podamos hacer más cosas en menos tiempo; siempre es bueno designar horas para trabajar, y luego tomar un descanso de 10 a 15 minutos para luego continuar.

 

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