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Etapas del cambio
Zona Empleo-EDH
Incertidumbre, temor, incomodidad, son algunos sentimientos que se pueden experimentar frente a los cambios en el trabajo. Dejarse dominar por ellos afecta de forma negativa el desempeño y estabilidad.
Globalización, competitividad, tecnología, son muchos los factores que pueden introducir cambios en nuestro trabajo, desde pequeños detalles hasta modificaciones trascendentales. La transición al nuevo escenario no siempre es tan cómoda, pues se trata de dejar costumbres, lugares, personas a las que ya se está acostumbrado.
Sin embargo, la historia de la humanidad está llena de cambios constantes y el gran poder de las personas para adaptarse a los nuevos escenarios.
Cuando una persona se enfrenta a un cambio, lo más importante a tener en cuenta es que ya es una decisión tomada. Los jefes van a implementarla y en ocasiones no podrán esperar que todo el personal se ponga al día.
Por otro lado, el valor de un profesional aumenta con esta capacidad para adaptarse y utilizar nuevas tecnologías, conocimientos o porque demuestra ser alguien versátil.
El portal Expansion.mx reconoce que se pueden experimentar sensaciones de incomodidad, pero que estas son peligrosas pues pueden llevar a malestares físicos: dolores de cabeza, estrés, insomnio, etc. Y aunque oponerse al cambio no es una opción, el sitio recuerda que muchas veces conviene expresar las dudas y sugerencias respecto a las novedades que se avecinan y el proceso de transición.
Después de todo, de nada sirve tener una computadora de última tecnología en el trabajo si nadie entiende perfectamente cómo usarla.
Pero ¿por qué se experimenta temor ante los cambios? Expansion.mx señala que esta sensación se alimenta por un miedo a lo desconocido, a perder el control de la situación, miedo al fracaso de no cumplir con las nuevas expectativas y, por último, miedo a perder la seguridad que da la zona de confort.
¿Qué pasará con mi empleo?, ¿Qué debo hacer?, ¿Por qué debemos cambiar si todo está saliendo bien? Son preguntas usuales en un periodo de transición.
Etapas del cambio
El sitio recuerda que todo proceso de cambio pasa por varias fases. Estas incluyen, primero, una sensación de pérdida por el miedo a lo desconocido y salir de la zona de confort. Luego vienen las dudas porque no se conocen todos los detalles sobre lo que se viene, o qué se espera de uno mismo. Viene después la incomodidad causada por el estrés, la ansiedad y la resistencia al cambio. Esta etapa es peligrosa pues empieza a afectar el ritmo de trabajo, hacerlo más lento o desorganizado.
Desesperación es la etapa crítica. La persona se siente abatida y abrumada al extremo de estar a punto de abandonar el proceso. Se debe decidir qué hacer y cómo adaptarse.
En el descubrimiento, la persona logra comprender las ventajas que traen los cambios al trabajo y a uno mismo. Luego se comprenden los beneficios y el papel que juega el trabajador. Qué se espera y qué debe hacer ahora son claros y se opta por involucrarse de lleno en la transición. La última fase es la integración, cuando ya se “han hecho las paces” con los cambios. La persona se adapta, sigue adelante con su trabajo y su vida. ¿Cómo afrontarlo? Muchas cosas influyen en que una persona decida darse por vencido o, por el contrario, logre llegar hasta la etapa de integración al cambio. Influye mucho la manera en que se enfrentan todas las sensaciones de resistencia e inseguridad. El sitio Elobservador.com.uy recomienda que lo primero es reconocer el cambio. ¿De qué se trata? Lo importante es reconocer además cuáles son todas sus implicaciones en la vida diaria o en el largo plazo.
Lo segundo es reconocer los temores y sus causas. ¿Tiene miedo a fracasar? Pues debe entender por qué cree que no podrá adaptarse al cambio y, sobre todo, qué debe hacer para corregir eso y seguir adelante.
Relacionado a los dos puntos anteriores está la información. Al igual que en la infancia, durante la escuela, hay que preguntar. Los cambios traen información que no se conoce, es nueva por completo. Se debe entender todo o lo más posible sobre ellos. Si no se entiende algo, hay que pedir ayuda. Buscar apoyo es otro aspecto importante. Al final del día, los sentimientos son cosas con las que no se puede lidiar solo de manera racional. Conviene buscar el apoyo de otras personas, amigos, familiares, pareja, para expresar los temores y recibir consejos o simplemente palabras de aliento. Administrar el tiempo y organizar la agenda es otra forma de pasar la transición. Seguro hay cosas nuevas que entender, actualizar procesos, entregar documentos, metas que cumplir o incluso dedicar tiempo para descansar la mente.
Adaptarse y ser flexible es la cuestión de fondo. La clave se encuentra en no resistirse a aprender las cosas nuevas que la empresa necesita o a utilizar el equipo recién adquirido. Todo el proceso debe abordarse con la actitud de aprender y participar, además, de ayudar a otros en la transición. Como ya se mencionó antes, conviene tener en mente que la capacidad de adaptarse es algo muy valioso en el perfil de un profesional. La próxima vez que se presenten cambios en el trabajo, se pueden aplicar estos tips para no dejarse aplastar por los sentimientos de temor e incertidumbre. Y es que como muchos filósofos y escritores han señalado, la vida es un constante proceso de cambio y aprendizaje.
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