Cuando el trabajo quebranta la salud

April 15, 2013 17:18 by Zona Empleo EDH
EDH  Nancy Pérez
 

Cuando el trabajo quebranta la saludEn algunos trabajadores, los niveles de estrés laboral tiene graves repercusiones en su cuerpo y mente. Según estadísticas del Instituto Salvadoreña del Seguro Social (ISSS), las mujeres son las que más sufren este problema.

 
Hasta hace seis meses, la vida de Mónica M., de 35 años y quien trabaja en la empresa privada, era normal como la de muchas de sus compañeras de trabajo. Cumplir con sus obligaciones laborales desde hace diez años siempre fue su prioridad, al igual que sacar adelante a sus dos hijas como madre soltera.
Pero su vida dio un giro  en octubre del año pasado, cuando sin esperarlo comenzó a sentir un intenso dolor de cabeza, náuseas, un hormigueo que le empezó desde la coronilla de la cabeza hasta la punta de los pies.
De ese episodio solo recuerda que cuando aparecieron los síntomas no sentía presión alguna,  al contrario festejaba el cumpleaños de una de sus compañeras de oficina.
Y aunque aclara que ya padecía de dolores de cabeza, espalda y cuello, nunca había sufrido un incidente como ese, pese a que vive en constante tensión.
 
Su preocupación  fue mayor cuando sintió la lengua dormida, así como los dedos de las manos que los sintió un poco tiesos.
La asistencia a tiempo le posibilitó trasladarse de inmediato al hospital, donde después de 20 minutos los malestares habían desaparecido.
El especialista después de conocer su caso le diagnóstico ataque conversivo o ataque de pánico producto del estrés que había acumulado.
Ahora Mónica reconoce que su cuerpo  está capacitado para controlar el estrés, pero para tiempos cortos, no periodos prolongados.
Al igual que Mónica, la joven profesional Evelyn P., de 35 años, quien se desempeña en el área de finanzas en un banco, tiene horarios extenuantes, así como la presión laboral que poco a poco la llevaron a padecer de dolores de cabeza, ansiedad, agotamiento físico, lo que al final le desencadeno una parálisis facial.
De ese suceso solo recuerda que en noviembre de 2012 comenzó a sentir más prolongados los períodos de agotamiento físico y los deseos de dormir. 
Y aunque confiesa que tomó vitaminas, los movimientos de su cara ya no eran igual y fue así como en una noche, sin imaginar nada, su rostro se paralizo.
Para su recuperación además de las terapias faciales fue necesario descansar para no afectar sus nervios, ya que cuando se sentía estresada se alteraban.
Luego de un mes se recuperó, por lo que ahora confiesa procura relajarse más y no afanarse tanto en las tareas . Aunque es consciente que el apoyo de su familia fue muy importante para su pronta recuperación.
 
Presiones altas

Para Samuel Sánchez, especialista en Medicina de Trabajo, del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), el estrés laboral es la forma que todos los seres humanos tienen para reaccionar frente a los factores laborales  que le rodean.
Por lo que no importa el cargo u ocupación que se tenga  dentro de la empresa, ya que todo trabajo involucra una carga física y mental que en conjunto constituye lo que se conoce como estrés.
 
Aunque reconoce que esto depende de la complejidad del trabajo, por lo que entre más especializado, diferente es la carga mental y física.
Una persona, por ejemplo, que se encarga de levantar objetos no solo tiene esa presión de manipular bien la carga, sino también la presión mental de que se tienen que hacer bien las cosas para que no lo regañen o dañe la mercadería.
Pero ¿qué sucede cuando el cuerpo o la mente se agota? cuando los empleados sobrepasan la fisiología normal del trabajo tienden a acelerar no solo su cuerpo, sino también su frecuencia cardíaca, presión arterial, sienten ansiedad, agotamiento, molestias gastrointestinales, entre otros.
Manifestaciones que resultan muy comunes cuando se enfrenta una situación de estrés normal y que tienden a desaparecer a los días porque esto es fisiológico y adaptativo.
 
Los deportistas, por ejemplo, después de muchos ejercicios necesitan una breve pausa para recuperarse, al igual que en el trabajo, luego de prolongadas horas  frente al computador la visión comienza a agotarse, aparecen los dolores de cuello, dedos acalambrados, todo como señal que se ha llegado al límite de su capacidad física y con ello llega el agotamiento.
No obstante, cuando esto se vuelve repetitivo las personas tienden a sufrir de hipertensión, espasmos cervicales, dolores de cabeza, insomnio, entre otros.
 
Clasificación del estrés

Para el doctor Sánchez,  existen dos tipos de estrés: euestrés  y distrés, el primero es catalogado como positivo, porque ayuda a alcanzar la productividad o metas, mientras que el último es nocivo para el trabajador porque su presión es tanta que en algún momento se siente incapaz de lograr sus cometidos.
 
Por lo que el distrés al no ser tratado a tiempo puede generar enfermedades y reacciones adaptativas inadecuadas.
Pero ¿es malo el estrés o no? de acuerdo con el especialista, la tensión bien manejada no es perjudicial, ya que es una forma que ayuda a estimular y alcanzar las metas.
 
Sin embargo, cuando este no se sabe canalizar  aparecen síntomas como angustia, nerviosismo, pensamientos negativos, miedo, así como sudoración, dolor de cabeza, sequedad en la boca y mareos, así como los desenlaces que han sufrido tanto mónica como Evelyn.
 
El fenómeno Karoshi

Los japones han clasificado el estrés en cuatro tipos: geo estrés, sindróme del quemado o Burnout , síndrome agudo y el karoshi.
Este último es el más grave porque lleva a la muerte por sobrecarga de trabajo o estrés laboral y  se refleja en infartos o derrames cerebrales.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Japón salió a flote muy rápido  porque la gente, por razones culturales o el amor a su país, comenzó a trabajar más de diez horas en las empresas.
 
Fue en este marco de trabajo al límite cuando en 1969 se registró en Japón el primer caso documentado de un joven empleado de embalaje, que trabajaba en empresa de medios de comunicación, y que falleció a los 29 años de un repentino ataque al corazón.
Sin embargo, no fue hasta los 80 cuando se bautizó el fenómeno al empezar a morir ejecutivos de importantes empresas, que en principio su salud era sana.
 
El caso más notorio fue el de un ingeniero de Toyota, quien involucrado en el proyecto de una versión híbrida del Camry, realizó una media de 80 horas extra al mes (noches, fines de semana, viajes frecuentes) en los dos meses previos a su muerte. Falleció en su domicilio un día antes de viajar a Estados Unidos por trabajo.
Por lo que esta demostrado que  el karoshi aparece por presiones sicológicas, largas jornadas laborales o estrés por exceso de auto exigencia que a la larga pueden ocasionar patologías graves o la muerte.
 
Aunque el karoshi es muy común en  Japón, en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS)  no tienen contemplado este perfil. Empero, según el doctor Sánchez sí existen casos, ya que en medicina preventiva del trabajo hay ocupaciones predispuestas a llevar a situacioes como estas, como por ejemplo los agentes policias que tienen jornadas extenuantes y largas.
 
Consejos para sobre llevar el estrés
 
El empleado debe estar consciente que el trabajo es para vivir y no vivir para el trabajo, pese a que este es un medio de subsistencia, no es el objetivo final que conlleve a graves problemas de salud. Conveniente es por lo tanto que: 
 
  • Reorganice el trabajo y se  proponga  hacer una cosa a la vez, comience siempre por lo primero yendo de lo más sencillo a lo más complejo así como hacer pausas a fin de evitar la monotonía.
  • Respete de igual forma las jornadas de trabajo,  es necesario a fin de ser lo más productivo posible, sin necesidad de tener que quedarse en las horas de receso en la oficina.
  • Haga desde su puesto de trabajo ejercicios ergonómicos resulta valioso, para dejar a un lado la pasividad. Estire  las piernas y levante sus brazos.
  • Fomente las relaciones interpersonales con los compañeros, el trabajo en equipo da mejores resultados.
  • Hágase  chequeos rutinarios de salud de manera periódica es necesario, así como cuidar su autoestima, por ello si está pasado de peso es buen momento de reducir  las porciones de comida, descansar suficiente, al igual que seguir un estilo de vida saludable que incluya buena nutrición y ejercicios.
  • Haga suya la frase de Hipócrates: "Que el alimento sea tu medicina y que tu medicina sea el alimento".
  • Pero sobre todo para que no llegue a sufrir un estrés patológico, es necesario adaptarse a esa carga física y mental que tiene y sepa sobrellevarlo, ya que no hay trabajo sin estrés. 
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Categories: Consejos laborales

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Comments (1) -

August 23. 2013 10:11

Me encantó este artículo del Blog, súper interesante los datos que nos comparten. Aquí en El Salvador suele pasar que no aprendemos a controlar el estrés del trabajo y se vuelve tedioso por las consecuencias que este estado nos trae. Por cierto, me encanto los cambios que hicieron en la pagina web. Felicidades Tecoloco.

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