Angélica Santos EDH
Cada vez son menos las ofertas de trabajo para el adulto mayor, a pesar de que todavía pueden ser productivos. Para este grupo, la edad es un factor excluyente.
Las plazas laborales en El Salvador son limitadas y resulta más complicado emplearse cuando se rondan los 55 y 60 años de edad.
Por lo tanto no es de extrañarse leer en los avisos de trabajo que los empleadores buscan "gente joven", por lo general no mayor de 35 para las plazas vacantes.
No se trata de vedar el talento de las nuevas generaciones donde la tecnología es requisito, sino de cambiar esta realidad y mostrar que los adultos mayores pueden dar tanto o más que los jóvenes en sus puestos.
En el país, según la Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones (SAP), el tiempo establecido para el retiro es 25 años laborales y cumplir con la edad, es decir 55 años las mujeres y 60 los hombres.
Algunos mayores aún se sienten productivos, gozan de experiencia y capacidad, la cual podría ser aprovechada. Además, ese cúmulo de conocimiento resulta ventajoso para las empresas al crear vacantes para adultos mayores en horarios preferenciales.
No obstante, aquí como en cualquier otro país, pasados los 50 años e incluso antes, aplicar a un puesto de trabajo se transforma en una tarea difícil, sobre todo por los prejuicios que existen respecto al envejecimiento y discriminación por edad.
Según Olga Miranda, presidenta de la Fundación Salvadoreña de la Tercera Edad (Fusate), la discriminación por la edad es un factor determinante, aun cuando hay personas mayores de 60 años con alto rendimiento y que aún pueden aportar al desarrollo del país.
Sin embargo, existe el mito que una persona pasada de cierta edad tendrá menos energía, una peor salud y menor conocimiento de la tecnología para afrontar los desafíos laborales actuales, lo cual es relativo.
Adultos mayores productivos
En Japón, trabajar hasta los 75 años es una medida que ha solucionado importantes problemas económicos, ya que más personas contribuyen al crecimiento de esa nación y dejan de ser carga estatal.
En países como Estados Unidos, México y Chile se han impulsado bolsas de trabajo para que las corporaciones e instituciones ofrezcan oportunidades laborales a este segmento poblacional activo.
Dichas propuestas buscan abrir una brecha laboral, ya que un porcentaje de las personas jubiladas desearía volver a trabajar y lo haría en tareas administrativas, servicio al cliente o en un puesto muy distinto al que realizaron gran parte de su vida.
Las pocas empresas que los contratan, saben que sus clientes prefieren ser atendidos por una persona experimentada a la que difícilmente van a tratar mal y eso resulta ventajoso para la imagen institucional.
Además, quienes han pasado los 50 años se comprometen mucho más con su trabajo y se esforzarán por permanecer y continuar desarrollándose en las distintos puestos en los que se desempeñen.
La siquiatra Claudina Campos señala la importancia de retomar las costumbres de tribus, costumbres o religiones donde el anciano está en alta estima porque tiene el conocimiento de la historia.
Por lo tanto, dice, su misma experiencia le permite tomar puestos de liderazgo. Ejemplo de ello son los hombres y mujeres que figuran como analistas de temas socio-económicos y hasta políticos en el país y en otras latitudes.
"Creo que hay espacios para ambos, pero lo importante es que las empresas sumen la experiencia del adulto mayor y la novedad de una persona de edad media, a fin de obtener mayores resultados", señala la doctora de Campos.
Por su parte Sandra Cáceres, coordinadora de Asuntos Corporativos de Walmart, opina que cuando una persona mayor de 60 años encuentra un empleo, este tiene un impacto directo en su familia, en su salud y en la economía en general, ya que en la mayoría de los casos la pensión recibida no logra cubrir sus necesidades, mientras que otros lo hacen por salud mental.
Walmart, un ejemplo a seguir
En El Salvador, la empresa Walmart inició en 1999 el Programa Esperanza, enfocado en el adulto mayor que todavía se consideran elementos productivos, una novedosa iniciativa que brinda oportunidades laborales a personas jubiladas mayores de 60 años.
Desde entonces, la planilla ha ido en aumento y este segmento población ve la posibilidad de emplearse por varias razones: La primera por recibir una pensión que no logra cubrir sus necesidades básicas, por asumir responsabilidades en el cuido de los nietos o tener hijos que aún estudian, por salud mental y sentirse útiles a la sociedad.
"Los adultos mayores tienen una cultura de trabajo y experiencia. Creemos en el potencial de ellos y merecen oportunidades de emplearse", apuntó Sandra Cáceres.
Actualmente el Programa Esperanza ofrece empleo en el área de empaque de compra a más de 100 personas, 82 adultos mayores laboran en las 25 Despensa de Don Juan del país y el resto en la tienda Las Cascadas de Walmart.
Cada uno de ellos labora cuatro horas diarias en horarios de mayor demanda, lo cual permite mayores oportunidades de emplear más personas y su sueldo de planilla es de acuerdo al número de horas trabajadas.
Los requisitos para ser parte de esta cadena de supermercados es presentar un currículum, vivir en los alrededores de las salas para velar por su seguridad y bienestar y se evalúa la vocación de servicio; una vez empleados se les brinda capacitación para atender a los clientes.
"Para Walmart El Salvador es satisfactorio ser el pionero en este programa, como parte de la responsabilidad social y creemos en la experiencia y conocimiento de estas personas, quienes respetamos y valoramos por su aporte", sostuvo la coordinadora de Asuntos Corporativos de Walmart, Sandra Cáceres.
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