Cuando la envidia llega a la oficina

March 13, 2013 10:30 by Zona Empleo EDH

Angélica Santos EDH

 

Cuando la envidia llega a la oficinaSentir un exagerado malestar por el éxito ajeno puede destruir las relaciones personales y laborales. Aprenda a manejar ese sentimiento. 

 
“No es justo que mi colega tenga vacaciones y yo no”. “Ese ascenso me lo merecía yo”. “¿Por qué  él o ella tiene más amigos que yo?”,  son expresiones de insatisfacción que resultan comunes escucharlas en el ámbito laboral.
Ese reclamo si se vuelve incontrolable se llama envidia y  tanto  niños como adultos la ha experimentado en algún momento de su vida, pero en algunas personas pasa sin mayores consecuencias. 
 
Sin embargo, el problema de este sentimiento de insatisfacción  se debe a que es la segunda causa de malos profesionales en los equipos de trabajo. 
Las personas que los manifiestan en su área de trabajo, hacia otros profesionales o colegas, no hacen más que mostrar su falta de madurez, poca inteligencia e inestabilidad emocional.
Para la sicóloga Emilia López Perla, quienes la padecen se caracteriza por ser personas de baja autoestima, empobrecimiento de las creencias de sí mismo, ya que piensan que todo el mundo busca hacerles daño.
 
Muchas veces, dice,  se trata de profesionales eficientes, que concentran toda su energía en terceros, al considerar la posibilidad de perder su poder o estatus.
En casos extremos, tales pensamientos generan una cultura de chambre en la empresa y  el envidioso lo convierte en su escudo protector, hasta quitar de su paso a las personas que consideran una amenaza para sus planes de crecimiento.
Ese sinsabor que atormenta a hombres y mujeres, puede llegar a afectar su salud mental y al mismo  tiempo crear una atmósfera tensa en su lugar de trabajo,  dañar las relaciones entre los colaboradores, incluso  va en detrimento de la productividad.  
 
Además, provoca conductas revanchistas y agresivas (pasivas o activas) y los empleados dejan de enfocar su energía en sus funciones.
Para  Regina de Guevara, experta en Recursos Humanos, la envidia no es útil en el entorno laboral, ya que  origina desilusión  y sabotea  los logros ajenos.
 
Un viejo mal a corregir
 
Es tan antigua la envidia que Aristóteles  la definió como “un dolor causado por la buena suerte de alguien que se nos asemeja”; incluso el cristianismo desde sus primeros años lo ha enumerado entre los siete pecados capitales. 
En el ámbito laboral, se refleja en aquella persona que se alegra de los fracasos, desilusiones de otros y sufre los logros del otro,  su atención está puesta en el otro, por lo tanto sus objetivos quedan relegados por no poseer energía para llevarlos a cabo.
Es una persona destructiva con el trabajo de los demás y padece de temores para asumir responsabilidad por sus propias acciones.
 
Todas estas situaciones desencadenan celos entre colaboradores, que pueden resultar en conflictos que repercuten en el desempeño de las tareas asignadas y la convivencia, sobre todo porque la mayoría pasa, al menos ocho horas en la oficina, si no es que más.
Por lo tanto,  los expertos en recursos humanos recomiendan  que se haga necesario diagnosticarla por medio de una evaluación del clima organizacional. 
Este estudio consiste en medir la comunicación interna, la calidad de los sueldos, las relaciones entre los mandos y la claridad de los objetivos comunes.
 
“Envidiar el puesto de otras personas origina una competencia malsana, porque no se busca destacar, sino minimizar o anular los logros de otras personas. Cada colaborador  obtiene el fruto de su esfuerzo”, cita la sicóloga  Emilia López Perla.
En este sentido, el liderazgo es la vía de comunicación  idónea, ya que sin un jefe carismático, un líder al que los trabajadores perciban como justo, ejemplo de trabajo y admirable, la envidia se desata. 
 
De eso se desprende la importancia de tener el mejor juicio posible al seleccionar a los líderes de la empresa, y de monitorear constantemente los sentimientos que sus empleados albergan hacia él, con métodos objetivos.
De allí la importancia de seleccionar jefes que sepan liderar, que no se dejen llevar por  comentarios de sus colaboradores, que no abuse  del poder y que sea justo con el trato, de lo contrario hay inconformidades, la empresa se debilita, y al final triunfa la envidia.
 
Además, “las empresas u organizaciones necesitan equipos de profesionales confiables,  que faciliten la comunicación en la organización y fomenten una competencia por prestigio general del equipo o departamento en el que trabajan”, refiere la licenciada de Guevara
 
Enfréntela
 
•Para evitar o prevenir los males de los envidiosos es importante buscar mecanismo que la detecten y  minimicen. A continuación le presentamos algunos consejos para que la convivencia con sus compañeros sea mejor.
 
•Libere su mente: Supere todos esos paradigmas y complejos personales que no le permiten trabajar en equipo. Realice un FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas sobre su integración al equipo) hágalo a conciencia de su perfil como profesional en la empresa y trabaje en ello.
 
•Sea tolerante: Aprenda a trabajar con profesionales que manejan conceptos e ideas diferentes a los suyos.
 
•Comuníquese claramente: Siempre debe tener  bien claros los objetivos comunes que pretende alcanzar y las responsabilidades individuales de cada miembro de su equipo de trabajo.
 
•Respete los medios de comunicación formales: Dentro de su empresa para expresar o comunicar todos los temas relacionados al desempeño o desarrollo.
 
•Mantenga su compromiso: Con su equipo de trabajo, busque siempre de poner todo su empeño en sacar el trabajo adelante.
 
•Fomente la complementariedad: Cada profesional miembro de la empresa aporta algo específico al trabajo de equipo y sea consciente de que todos estos conocimientos son necesarios para sacar adelante su lugar de trabajo.
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Categories: Consejos laborales

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